La desforestación de Indonesia.

Indonesia ha perdido la cuarta parte de sus bosques en los últimos 25 años. La deforestación, provocada comúnmente a través de la quema de la selva, colocaron la pasada década a Indonesia como el tercer país emisor en gases de efecto invernadero del mundo.
Los sectores del aceite de palma y papelero están detrás de la quema de la selva y la alta tasa de deforestación de Indonesia.

Las selvas del Sureste Asiático ocupan las islas de Sumatra, Borneo, Papúa Nueva Guinea y un sinfín de pequeñas islas y archipiélagos cercanos, y contienen una rica biodiversidad: multitud de endemismos, como la Rafflesia gigante de Indonesia o las aves del paraíso; 500 especies de mamíferos como el orangután o el rinoceronte de Sumatra y Java; más de 1.600 especies de aves. Pero la riqueza cultural es aún mayor. La multitud de pueblos indígenas hace que sólo en Papúa Nueva Guinea haya más de 800 lenguas habladas, un tercio de las que existen en todo el mundo.

De manera especial, el aumento de la demanda de aceite de palma es insostenible: se prevé que la demanda de este aceite se duplique en 2030 respecto de los niveles del año 2000, y se triplique para 2050. La industria de los mal llamados “biocarburantes” se está expandiendo rápidamente, y casi la mitad de las importaciones europeas de este aceite se destinan a la fabricación de biodiesel.
Indonesia ya tiene 6 millones de hectáreas de plantaciones de palma aceitera, pero hay planes para plantar otros 4 millones solo para la producción de biocombustibles.

© xuangutierrez

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