Cuba. La eterna espera…

La isla caribeña arrastra una crisis multidimensional, con dificultades similares a otros países del viejo «socialismo real». Una capa de promesas incumplidas, cansancio social y poder burocrático se cierne sobre la población cubana. Los sacrificios que impone una revolución son parte de un horizonte de cambio en la vida de las personas. Los plazos para lograrlo no pueden ser eternos.

El desgaste del modelo de socialismo burocrático es de vieja data y, dado el más elemental sentido de discernimiento, requería cambiarse desde que ocurrió el derrumbe del campo socialista. Tenemos treinta años de retraso. De hecho, las reformas anunciadas por Raúl Castro en julio de 2007, casi quince años atrás, ya estaban rezagadas. Por si fuera poco, su demora en aplicarse en unos casos, y su no implementación en la mayoría, generarían resultados fatales. Nuestra burocracia dirigente nunca imaginó que un murciélago pudiera ser su más implacable catalizador.

© xuangutierrez

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