Sucesivos gobiernos egipcios han desplazado forzosamente a la población nubia de sus tierras ancestrales para llevar a cabo proyectos de desarrollo, lo que representa una amenaza para la preservación de su identidad cultural, histórica y lingüística. Tras el alzamiento de 2011, los activistas nubios empezaron a organizarse y a articular mejor sus demandas. Su labor de cabildeo desembocó en la introducción en la Constitución egipcia de 2014 de una nueva disposición que reconoce su derecho a retornar.
El desplazamiento de la población nubia ha tenido enormes consecuencias socioeconómicas para la comunidad, impidiendo muchas veces a sus miembros vivir de la agricultura al ser desplazados forzosamente de sus pueblos a orillas del río Nilo a zonas desérticas que carecen del agua y las tierras fértiles necesarias.
“Las autoridades llevan años despojando a la población nubia, desplazándola de sus tierras históricas e interfiriendo en su disfrute de sus derechos culturales. Estas prácticas y la reticencia de las autoridades egipcias a permitir que esta comunidad retorne a sus tierras son contrarias a la propia Constitución del país, así como a sus obligaciones internacionales”