Flores; poblados Ngada
Uno de los mayores tesoros de la Isla de Flores se mide en valores eminentemente antropológicos. Porque aún es posible visitar poblados tribales en los que tanto la forma como el fondo tratan de ser impermeables a los influjos de la Globalización y los Tiempos modernos.
Muchos de los Ngadas que decidieron no irse a vivir a ciudades como Bajawa aún conservan muchas de sus tradiciones en el interior de pequeñas aldeas en las que existe concepción de tribu y se puede percibir toda una serie de particularidades que los definen como Pueblo.
Las chozas de paja y bambú, los altares a los ancestros, los amuletos y reliquias colgando de los quicios de unas puertas que nunca se cierran, los ikats de abstractos diseños, los monumentos funerarios o los terraplenes donde se realizan los sacrificios en sangrientos rituales se mezclan con las sonrisas auténticas tanto de niños como de ancianos que aún se sorprenden de los forasteros que penetran en sus dominios.
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"El componente más importante de una cámara está detrás de ella"